Autismo

18.11.2016

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.

La Terapia Ocupacional como gran aliado

Resumimos algunos puntos claves en la intervención con personas con TEA, aplicables, por supuesto, a la Intervención en Terapia Ocupacional (Sancho, 2012): 

• El Terapeuta ha de ser figura de referencia, significativa y deseable para el usuario.

 • El foco del proceso de intervención es el usuario, la potenciación de sus capacidades y puntos fuertes, y el establecimiento de apoyos para aquellos contenidos que todavía no sean funcionales. Se debe individualizar el proceso de enseñanza de habilidades para la Autonomía. 

• Se busca la implicación activa, partiendo de las áreas de interés y de situaciones cotidianas. 

• Se hacen necesario el uso de las estrategias visuales y una estructuración del entorno. 

• Se debe promover el uso de una metodología basada en el aprendizaje sin error, para evitar frustración y asegurar un buen ritmo de aprendizaje. 

• Se debe promover el uso de las habilidades adquiridas a otras situaciones, para generalizarlas. Hay que dar oportunidades al usuario para ejecutar dichos aprendizajes. 

• Uso del análisis de actividad como herramienta: obtenemos información sobre las demandas de las mismas para establecer las secuencias y los apoyos necesarios 

Herramientas para el trabajo con TEA

A. El Análisis de Actividad 

Usamos esta herramienta para analizar el potencial terapéutico de una actividad y para valorar las destrezas necesarias para su realización, para así poder adaptarlas y graduarlas. Así podemos establecer una enseñada individualizada, graduada y progresiva, sin errores. 

B. Apoyos Visuales 

Hogdon (2002) define los apoyos visuales como "las cosas que vemos y que favorecen el proceso de comunicación". Como está bien documentado, las personas con TEA son "pensadores visuales" (Grandin 1995), así que debemos favorecer la vía visual frente a la auditiva, a la hora de realizar las intervenciones. Esto no quiere decir que no les hablemos, sino que pongamos énfasis en la estructuración de las tareas de forma que sean visualmente entendibles.

 Asimismo, Hongdon nos sugiere esta clasificación para las estrategias o apoyos visuales: 

  •  Herramientas para dar información: horarios y mini-horarios, calendarios, carteleras de elección, herramientas para "decir no", para hacer transiciones y para localizar personas 
  • Ayudas para dar instrucciones efectivas: herramientas para el manejo del aula y organizadores de tareas o secuencias 
  • Estrategias visuales para organizar el ambiente: estructurando el ambiente con etiquetas y organizando la vida en general 
  • Conciliación de la comunicación entre ambientes: puentes visuales

C. Historias Sociales 

Las Historias Sociales son "cuentos cortos que describen objetivamente a personas, lugares, acontecimientos y conceptos o situaciones sociales, siguiendo un contenido y formato específico" (Grey,1998). 

Han de estar totalmente adaptadas al nivel y al lenguaje del niño y han de resultar motivantes. Contienen oraciones descriptivas, de perspectiva, directivas y de control. Así, explicamos de forma directa y sencilla, cuales son las conductas apropiadas y esperadas (De la Iglesia y Olivar, 2008). 

Terapia ocupacional y trabajo con apoyo para personas con autismo y trastorno del espectro autista (TEA)

Una de las técnicas más exitosas que contribuye en el aprendizaje laboral de las personas con autismo severamente afectadas, es la denominada trabaja con apoyo. Se denomina trabaja con apoyo el que realiza una persona con la ayuda física y/o verbal de un monitor.
Este concepto se emplea para definir las tareas laborales realizadas por parte de personas con discapacidad y su objetivo es que la gran mayoría de este colectivo pueda desarrollar, con independencia del grado de disminución que presente, actividades productivas.
  • Los adultos con autismo severamente afectados, pueden beneficiarse del trabajo real con apoyo.
  • Se requiere un estudio previo muy esmerado de las actividades que pueden llevar a cabo.
  • Los programas de actividades laborales deben incluir metodologías y técnicas específicas.
  • El desarrollo de este tipo de programas aumenta la motivación de los monitores.

Nuestro trabajo junto con ellos/as y familias se basa en:

  • Trabajo con apoyo
  • Plan individualizado de apoyos y refuerzos
  • División de las actividades en fases elementales (análisis de tareas)
  • Tareas lo menos rutinarias posibles.
  • Duración moderada de las actividades.
  • Eliminación de actividades, herramientas peligrosas y productos tóxicos.
  •  Alternancia de actividades (sedentarias /activas; interiores/aire libre) y de espacios.
  • Análisis funcional de conducta.
  •  AVD